Ramales
Un refugio en la naturaleza
Enclavada en pleno campo, con unas vistas que quitan el aliento y rodeada de naturaleza, esta casa en Ramales nos ofrecía una oportunidad única: crear un espacio que dialogara con el paisaje y respetara su esencia rural.
Desde el primer momento, nuestro objetivo fue mantener la identidad de la vivienda, potenciando su conexión con el entorno y dotándola de calidez, luz y funcionalidad. Apostamos por materiales naturales, texturas suaves y una paleta de colores que se fundiera con el paisaje exterior.
El resultado es un hogar que respira calma, con espacios abiertos, mucha luz natural y una atmósfera serena que invita a quedarse. Un proyecto donde cada decisión estuvo guiada por la belleza de lo sencillo y el valor de lo auténtico.
























1. Diseño y planificación
Descubriendo el potencial del espacio
Comenzamos con un análisis profundo de la vivienda y su entorno. Estudiamos la estructura original, la orientación de la casa y cómo se relaciona con el paisaje. A partir de ahí, desarrollamos los planos de diseño, donde pudimos detectar las oportunidades de mejora: reorganización de espacios, ampliación de zonas comunes, mejora de la entrada de luz natural, y la posibilidad de abrir nuevas visuales hacia el exterior. Cada decisión se tomó con una idea clara: respetar la esencia de la casa, pero adaptarla a una forma de vida contemporánea, práctica y armónica.


2. Visualización del proyecto
Renderizados que cuentan historias
Una vez definidos los planos, creamos imágenes 3D hiperrealistas que nos ayudaron a visualizar cómo quedaría cada espacio. Esto fue clave para afinar detalles antes de iniciar la obra: distribución, materiales, iluminación y mobiliario. Gracias a los renders, el cliente pudo conectar emocionalmente con el proyecto desde el inicio, y todos teníamos una imagen clara del objetivo final. Es nuestra forma de hacer tangible lo que aún no existe.


3. Manos a la obra
Transformando ideas en realidad
Con el proyecto definido, arrancó la fase de obra. Durante esta etapa, coordinamos cada detalle con los equipos técnicos y artesanos, asegurando que cada paso respetara el diseño inicial. Se trabajó en la recuperación de elementos originales, como vigas de madera y muros de piedra, combinándolos con nuevas soluciones constructivas que aportaran confort y eficiencia. Fue un proceso riguroso, pero también lleno de emoción al ver cómo la casa empezaba a contar una nueva historia.


4. Acabado final
El alma de la casa
La última etapa fue la más sensible: vestir la casa. Seleccionamos cada mueble, cada textura, cada pieza de decoración con una intención clara. Todo debía sumar calidez, equilibrio y autenticidad. El resultado fue un hogar integrado en la naturaleza, con una estética atemporal y una energía serena. Un lugar donde lo esencial cobra valor, y donde cada rincón invita a quedarse.


